domingo, 22 de mayo de 2011

Voy a hablaros de una historia, la historia de un amor.
No es un amor cualquiera, hay pasión, pero hay dolor.

Voy a hablaros de un ser, que es digno de mención.
Es del color de la sangre, y es todo depravación.
Su hogar es piedra y fuego, y no tiene corazón.
Es el origen de los miedos, y no tiene compasión.

Voy a hablaros de un ofensa, de una grave acusación.
Ella es el mismo demonio, según dice el acusador.
Él no ha visto a Satanás, sino a su reencarnación,
porque aunque la sigue queriendo, sabe que es su perdición.

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